Orgasmos Sin Eyaculación

Según Bédard, "el sexo es una herramienta muy útil para el tantrismo, pero se debe tener presente que es un recurso de la conciencia, un recurso muy importante para la iluminación". Y aunque algunos sostienen que la iluminación se da cuando se consigue retener la eyaculación durante el acto sexual, Bédard asegura que si eso fuera cierto, "todas las mujeres que tienen relaciones sexuales estarían iluminadas porque ninguna eyacula como el hombre".

La práctica del tantra es un ritual no orgásmico. "La gente confunde las cosas y cree que orgasmo y eyaculación son lo mismo, pero es lo contrario. Con el control de los estímulos es posible lograr orgasmos múltiples durante el acto sexual, pero sin eyaculación". Y es que el objetivo del tantra es no derrochar energía, sino guardarla para que la pareja pueda llenarse de ella durante el acto. Derrochar semen es perder semillas que han de ser usadas para la reproducción. "Los hombres tienen eyaculaciones y no orgasmos –explica Cantoni–. Por eso se pierde esa energía y se pudre al salir del cuerpo".

El sexo tántrico no es acrobacia sexual, sino un estado íntimo de la posesión erótica, cuyo sentido es un prolongado éxtasis mental y corporal. Todos los hombres pueden, con la práctica y la complicidad de su pareja, permanecer cada vez más tiempo en equilibrio en el filo de la navaja. En los niveles más altos del erotismo indio, el orgasmo se vuelve un incentivo del estado de continuo e intenso placer físico y emocional de la pareja. Claro está que aplicarlo exige conocimiento del cuerpo, control de las pulsiones y estímulos y, sobre todo, calma y paciencia, control mental, virtudes de las que carecen quienes se han acostumbrado al ritual del rapidín. Cambiar de canal y volver la cara a Oriente no es fácil y mucho menos en sociedades como las occidentales, en la cuales el sexo es un producto más de consumo. Pero no es imposible.

Para Ella

El control de la vagina o yoni puede ser un arma de seducción femenina, pero la mayoría de las mujeres occidentales no lo sabe.

Toda mujer, no importa la edad, puede fortalecer y controlar sus músculos vaginales.

Un ejercicio: Sentada o acostada, la mujer debe tomar conciencia de la región anal, respirar con calma y, después de un minuto, cuando la tenga interiorizada, contraer primero con suavidad el esfínter anal, y luego, apretando un poco más, contraer el segundo anillo muscular. Por último, debe contraer y atraer los dos esfínteres anales hacia el interior y hacia arriba en forma lenta y gradual.

Repetir el proceso cinco veces seguidas como mínimo. El ejercicio se puede realizar fuera del contacto sexual con un objeto cilíndrico apropiado. La duración debe ser de tres minutos y es importante la regularidad: una pequeña dosis diaria vale más que largas sesiones esporádicas.

Para El

Para el tantra, el orgasmo no es sinónimo de eyaculación y por eso el hombre "normal" se desconcierta cuando le dicen que al menos 90% de los hombres desconocen el orgasmo. Como la eyaculación y los segundos que la preceden son el clímax de su experiencia sexual, están convencidos de que eso es el orgasmo masculino.

La eyaculación aleja al hombre del orgasmo verdadero, del éxtasis sexual que lleva a niveles de conciencia superiores. Frena en seco la experiencia de la pareja y por eso si, como dicen, el 90% de las mujeres no llega al orgasmo, es porque el 85% de los hombres son eyaculadores precoces.

La solución tántrica es prolongar la etapa última, la más intensa, inhibir el espasmo para permanecer indefinidamente en el punto límite, el que da acceso al "paraíso sexual cerebral". Ese es el verdadero orgasmo masculino. La experiencia de la pareja ya no está limitada ni es interrumpida por el desfallecimiento del hombre.

El hombre puede llegar a experimentar orgasmos en cadena

El sexo tántrico, sus beneficios, cómo iniciarse en el mismo, son temas apasionantes, pero hay otro aspecto de esta práctica sexual, por supuesto muy relacionada a los temas anteriores y que le va a interesar sobre todo a los hombres, el cual afirma que mediante el control de la eyaculación que se consigue siguiendo los principios del Tantra, el hombre sería capaz de experimentar multiorgasmos u orgasmos en cadena.

¡Sí, han escuchado bien!, por lo que los multiorgasmos, no sólo sería una “capacidad” de la mujer (o de algunas mujeres), sino también de los hombres, que siguiendo determinados ejercicios y la propia teoría del Tantra, también podrían llegar a experimentarlos.

Tradicional y culturalmente, se creía que el orgasmo en el hombre venía de la mano de la eyaculación, y para la mayoría de ellos, estas dos cosas son sinónimos, pero el sexo tántrico dice lo contrario y afirma que pueden ir por separado, lo que se conoce con el nombre de “orgasmo seco”, además desde el punto de vista fisiológico, orgasmo y eyaculación, tal como ocurre en las mujeres, son dos procesos diferentes.

Y según los principios del Tantra, la eyaculación, es una pérdida de energía, por lo tanto, es necesario retrasarla o aprender a controlarla para disfrutar más intensamente del acto sexual, y es justamente mediante esta técnica, que el hombre sería capaz de alcanzar los multiorgasmos.

¿Pero cómo conseguir ser multiorgásmico? ¿En qué consisten los ejercicios?

Uno de los más usados para retrasar la eyaculación, son los ejercicios de Kegel.
Se trata de contraer los músculos púbicos, contando hasta tres, para luego relajarlos y repetir este ejercicio, diez veces. Luego de esto contraer y relajar rápida y repetidamente. Con varios días de realizar estos ejercicios en forma repetida y constante, podrás conseguir fortalecer el músculo púbico, como para conseguir retrasar la eyaculación.

Contener la orina, es también un paso previo a aprender a controlar la eyaculación, para esto, debes beber abundante agua como para llenar bien tu vejiga. Cuando vayas a orinar, comienzas a hacerlo e inmediatamente debes detener la micción, esto también se repite varias veces (por lo menos seis) y todos los días.

Todo esto se debe realizar acompañado de una respiración profunda y lenta, para favorecer el control mental. Puedes ir practicando primero en solitario, mediante la masturbación, antes de ponerlo en práctica con tu pareja.

Creo que en definitiva, lo que el sexo tántrico propone es explotar todo el potencial sexual que somos capaces de dar y recibir, en pos del goce mutuo, partiendo del personal. Además, resulta un buen medio para tratar una de las disfunciones sexuales que más preocupa a los varones, como lo es la eyaculación precoz, ya que los ejercicios que plantea, son muy útiles en estos casos.

Por supuesto, no es tarea sencilla y todo esto requerirá de mucha práctica y voluntad de tu parte, pero estoy segura de que a los hombres le interesará ponerlo en práctica, ¿qué me dicen?, ¿se animan a experimentar multiorgasmos?

Estas son veinte verdades esenciales que nos ayudarán a mejorar nuestra vida sexual en particular y nuestra existencia en general:

1. No hay prisas

2. La Mujer es un Motor de Vida

3. El Hombre aprende a tener orgasmos sin eyacular

4. La mujer puede tener orgasmos múltiples

5. Usar las danzas como medio para aumentar la Energìa Sexual

6. Mantener el cuerpo flexible y con energía a través del yoga

7. Hacer meditación regularmente

8. Tomar el sexo como un acto mágico

9. Cambiar las posturas sexuales cada 3 ó 4 minutos para principiantes y cada 10 para avanzados.

10. Aprender a aumentar el deseo y canalizarlo creativamente

11. Usar la subida al climax de la pasión y bajar al valle de la relajación sucesivas veces

12. Estimular los puntos eróticos constantemente como dínamos de luz

13. Respirar profundamente y en algunos momentos al mismo ritmo

14. Dejarse llevar

15. Recordar que son Shiva y Shakti, un dios y una diosa del amor

16. Sentir el fuego del amor y vivenciarlo a través del sexo

17. Realizar el acto sexual diariamente o con bastante frecuencia

18. Crear un ambiente sexual acojedor como un templo, con velas e incienso, no hacer el acto sexual a oscuras

19. Despertar la imaginación y usar la energía sexual en algo creativo luego

20. Percibir el presente eterno en todo momento, agigantar la conciencia